Descubre qué ver en Viena si viajas por primera vez. Recorre sus palacios, museos y calles imperiales con esta guía de Assist Card.
Capital de Austria y símbolo de la elegancia europea, Viena conserva un legado imperial que se refleja en su arquitectura y su vida cultural. La ciudad combina palacios barrocos, cafés históricos y una oferta de museos de primer nivel, en un entorno perfectamente organizado.
Si estás planeando tu primer viaje a Austria desde España, aquí encontrarás qué ver en Viena y cómo organizar tu itinerario. Tanto si dispones de dos días como de una escapada de tres, esta guía te permitirá explorar lo esencial y disfrutar de una de las ciudades más refinadas de Europa Central.
Viena, Austria, se encuentra cerca de las fronteras con Eslovaquia, Hungría y la República Checa. Es la puerta de entrada a Europa Central y una parada habitual en muchas rutas culturales por el continente.
Desde España, puedes volar directamente a Viena desde ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga o Tenerife. Los vuelos tienen una duración de entre 2 y 5 horas, dependiendo del punto de partida.
Una vez allí, el Aeropuerto Internacional de Viena (VIE) está bien conectado con el centro a través del tren rápido CAT, autobuses o metro.
Si te preguntas qué hacer en Viena durante tu viaje, estos 7 lugares te permitirán recorrer los principales hitos históricos, culturales y arquitectónicos de la ciudad. ¡Conócelos!
Antigua residencia de verano de la familia imperial de los Habsburgo, el Palacio de Schönbrunn es uno de los lugares más visitados de Viena. Tiene un estilo barroco y jardines simétricos recuerdan a Versalles.
Puedes recorrer sus salones históricos, el Salón de los Espejos, la Glorieta e incluso el zoológico más antiguo del mundo, ubicado dentro del complejo.
El casco antiguo de Viena (Innere Stadt) es Patrimonio de la Humanidad y concentra muchos de los principales atractivos turísticos. Su corazón es la Catedral de San Esteban (Stephansdom), una joya del estilo gótico con un emblemático tejado de azulejos.
Desde aquí puedes recorrer calles comerciales como Kärntner Strasse, visitar la plaza de San Miguel o disfrutar de una pausa en alguna de sus cafeterías tradicionales.
El Palacio Hofburg fue la residencia principal de los Habsburgo durante más de seis siglos. Hoy alberga varios museos, la Biblioteca Nacional, la Escuela Española de Equitación y el despacho del presidente de Austria.
En su interior, el Museo de Sisi, los Apartamentos Imperiales y la Colección de Plata te permitirán entender la vida de la corte vienesa. Es uno de los lugares imprescindibles que ver en Viena si te interesa la historia.
La Ringstrasse es una gran avenida circular que rodea el centro histórico. A lo largo de sus 5 kilómetros, se encuentran edificios emblemáticos como el Parlamento, el Ayuntamiento (Rathaus), la Ópera Estatal, el Burgtheater y la Universidad de Viena.
Es una excelente opción para recorrer en tranvía, a pie o en bicicleta, especialmente si buscas captar la esencia de la Viena imperial del siglo XIX.
Viena alberga algunas de las colecciones de arte más importantes de Europa. El Museo de Historia del Arte (Kunsthistorisches Museum), frente al Hofburg, contiene obras de Caravaggio, Rubens, Rembrandt y una destacada colección egipcia.
Por su parte, el Palacio Belvedere acoge arte austríaco desde la Edad Media hasta el siglo XX, incluyendo "El beso" de Gustav Klimt. Ambos museos son imprescindibles si te interesan las artes visuales.
Viena es la capital mundial de la música clásica. La Ópera Estatal (Wiener Staatsoper) ofrece una programación diaria de conciertos, óperas y ballets, con precios accesibles en entradas de pie.
Aunque no asistas a una función, puedes hacer una visita guiada por su interior. También puedes disfrutar de un concierto en alguna de sus salas históricas o en la Casa de Mozart (Mozarthaus).
Una de las cosas que hacer en Viena es sentarse en una de sus famosas cafeterías, como el Café Central, el Café Sperl o el Café Landtmann. Estos lugares, con siglos de historia, fueron frecuentados por artistas, escritores y pensadores como Freud, Trotski o Klimt.
El café vienés es una experiencia cultural en sí misma, ideal para hacer una pausa durante el día y observar el ritmo tranquilo de la ciudad.
Viena se puede recorrer bien en dos o tres días, especialmente si organizas tu itinerario por zonas. Aquí te proponemos qué hacer en Viena según la duración de tu estancia.
Estas opciones te permitirán cubrir las principales cosas que hacer en Viena sin prisas y adaptándote al tipo de viaje que prefieras: cultural, arquitectónico o más relajado.
Para aún más tranquilidad, considera viajar protegido por un seguro de viaje. Aunque en la Unión Europea existe la Tarjeta Sanitaria Europea, no cubre todos los gastos médicos posibles.
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